Cada día hay más personas que son conscientes de que un
desarrollo económico que se olvida del medio ambiente y de las personas,
acarrea unas consecuencias que a largo
plazo resultan nefastas para todos. Cambio climático, contaminación,
explotación laboral, etc. son algunos de los problemas que hoy en día estamos
padeciendo por culpa de un desarrollo exclusivamente centrado en el
enriquecimiento individual.
El mundo del deporte no puede ni debe ser ajeno a esta
realidad y por ello ha de asumir su parte de responsabilidad, comprometiéndose
y actuando decididamente dentro de su ámbito de influencia. Las actividades
deportivas, desde los entrenamientos a los grandes eventos, tienen
consecuencias negativas para el medio ambiente y entre todos podemos conseguir
minimizar este impacto.