En la actualidad el transporte por carretera es fundamental para el desarrollo social y económico pero tiene un elevado consumo energético y altos niveles de emisión de gases de efecto invernadero, además de producir “atascos” y una elevada siniestralidad. Sin embargo, el consumo energético producido por el tráfico rodado incide notablemente en el consumo energético global. Es por ello, que resulta prioritario aumentar la eficacia energética y reducir el consumo.
Es por ello que en los últimos años se ha desarrollado un nuevo estilo de conducción conocido como conducción ecológica.
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